No estás reponiendo suficientes electrolitos.

Por las noches tu organismo pasó por múltiples procesos de desintoxicación, al despertar las evacuaciones son consecuencia de ello y aquí sucede la primer pérdida de minerales que este proceso conlleva. Posteriormente por las mañanas tu cuerpo inicia la producción de jugos digestivos preparándose para la ingesta diaria de alimentos, para este momento ya tuviste una pérdida significativa de electrolitos y aún no has iniciado actividad física que va a demandar otra cantidad extra de electrolitos por sudoración e hiperventilación.
¿Cúal es entonces la mejor manera de hidratarnos para evitar llegar a estados dañinos de deshidratación?
Aunque el mejor momento lo dicta tu organismo mediante cualquier mínimo síntoma de sed, hay momentos esenciales de consumo y bien estos son:

• En el lapso de la hora posterior a dormir.
• En el lapso de la primer hora al despertar.
• Antes y después de cualquier actividad física demandante.
• Una hora antes de las comidas.